Transportín para gatos pequeños

Elige un transportín que sea lo suficientemente grande para que tu gato se pueda poner de pie, girar y tumbarse cómodamente. Debe ser robusto, bien ventilado y fácil de limpiar.

Deja el transportín abierto en casa con una manta y algunos juguetes dentro para que tu gato lo explore. Utiliza premios y refuerzos positivos para animar a tu gato a entrar y pasar tiempo en el transportín.

Incluye una manta o almohadilla cómoda, algunos juguetes y, si el viaje es largo, agua y comida. Es importante que el gato se sienta seguro y cómodo dentro del transportín.

Mantén el transportín cubierto con una manta ligera para reducir los estímulos visuales que puedan estresar a tu gato. Habla suavemente con tu gato y evita movimientos bruscos.

No se recomienda sedar a los gatos sin la supervisión de un veterinario. Consulta a tu veterinario para obtener recomendaciones sobre cómo mantener a tu gato calmado y cómodo durante el viaje.

Coloca el transportín en el suelo del asiento trasero o asegúralo con el cinturón de seguridad en el asiento trasero. Nunca pongas el transportín en el asiento delantero con el airbag activado.

Si tu gato se pone nervioso, mantén la calma y habla con voz suave. Puedes utilizar feromonas sintéticas, disponibles en forma de spray, para ayudar a calmar a tu gato.